Los cambios, las nuevas experiencias y las primeras veces, siempre son motivo para ponernos nerviosos, y sin duda, el primer día en la Universidad, es uno de esos motivos. A pesar de ello, un cambio de este tipo conlleva muchas cosas buenas.
Primero, te obliga a crecer como persona, a ser más independiente y a madurar casi forzadamente. El segundo paso depende de ti, y es querer aprender, poner las ganas y la atención necesarias para exprimirte al máximo y dar lo mejor de ti, que seguro que es mucho más de lo que tu creías.
Y así es como quiero empezar esta nueva etapa, al igual que este blog, que es también algo nuevo para mi.
Cuando nombró por primera vez la idea de crear un blog, día a día, nuestra profesora de Análisis de la forma, el color y la luz, no me apasionó demasiado, para ser sincera. Pero ahora que han pasado unos días, me he dado cuenta de que es una muy buena forma de concentrarnos más en las clases, aprender del trabajo de los compañeros e incluso para conocernos mejor. Pero sobre todo, para hacernos reflexionar.
Y eso fue lo que nos hizo hacer el primer día MªJesús, reflexionar, o al menos a mi sí.
Cuando comenzó la presentación de su vida, tanto personal como profesional, me hizo darme cuenta de que la silla en la que estaba en ese momento sentada, no era tan parecida como yo creía a la de mi colegio, en la que me sentaba cada día hasta el año pasado.
Y no solo había cambiado la silla o la clase, también los compañeros y la profesora que tenía delante. Pero esos no eran los verdaderos cambios, sus palabras me hacían meterme cada vez más en este nuevo mundo.
Y es que, para una persona como yo, que no ha hecho un bachillerato de artes y que todo esto parece que le queda un poco grande, en principio le puede resultar todo más difícil.
Lo único bueno es que, como dijo MªJesús, ahora mismo estamos abajo del todo, y solo podemos subir.
Para mí es lo mismo que verme como un libro escrito a la mitad, lleno de contenidos anteriores, y que hay que continuar. Dándole color y vida, que es lo que me van a aportar las Bellas Artes.
Espero que este comienzo, poco a poco, me vaya conduciendo en mi camino, ese camino que termina dentro de unos años y que solo acaba de empezar.
Pero sobre todo, espero aprovecharlo bien,
y que al final, me lleve a saber pensar como un artista.
Primer libro recomendado "Piensa como un artista" Will Gompertz